SE BUSCAN CABRAS VIOLINISTAS: Erase una vez

5.24.2006

Erase una vez

Voy a contaros un cuento, de princesas, aprovechando que mi amiga Diana se pregunta porque las niñas ya no quieren ser princesas, para demostrarla que si, que aun quieren, pero se les ha olvidado hasta a ellas.
Nuestra princesa fue una niña solitaria y pensativa, que vivio encerrada en su castillo leyendo historias de principes con diferentes tonalidades de azul. Hasta que un dia decidio buscarse uno para ella y solo para ella. Y paseando por el estanque, una ranita le prometio el mundo a cambio de un beso, pero esa ranita se fue y la princesa lloro tanto por haberse vendido tan bajo, que juro no querer saber mas de principes ni de ranas ni de estanques. Pero un par de años mas tarde, esta princesa conocio una ranita nueva, muy mona al principio, y decidio darla una oportunidad. Y durante un tiempo, la princesa estubo muy contenta de su decision, pero despues vio que ese principe azul tambien desteñia, y no era lo que ella soñaba de pequeña. Y cuando ya las cosas estaban muy malitas y nada podia arreglarlo y mas que principe eso era ya una farsa, aparecio por el horizonte un principe, de los de caballo y espada, y la princesa se prendo el al instante y juro amarle toda su vida, y le dio su alma y lo poco que quedaba de esperanzas en ella. Pero el principe no hacia mas que irse de cruzadas, y la princesita se sentia muy sola, porque su principe azul no la queria como ella a el. Y como se sentia sola, buscaba compañia en los diferentes bufones de la corte, pero ninguno lograba entreternela, y mucho menos hacer que se olvidara de su principe, de su caballero, habitante en lejano castillo. Asi que sacando de tripas corazon la princesita le dijo adios y procuro olvidarle. Tarea nada facil. Y como veia que era imposible sacarle de su alma, la princesita tiro por la ventana todos los sueños, junto con los cuentos que leia de pequeña, se juro olvidarse de principes y vivir lejos del castillo, asique saco del armario los zapatos de tacon y su camiseta de la suerte, cerro con llave por fuera y la guardo en una priedra, dejo dentro, cual en caja de pandora, las esperanzas infantiles que soñanaban con principes azules. Y se fue a vivir cerca del estanque, y se dedico a besar ranas y a soltarlas antes de que se convirtieran en principe, porque sabia que todos, antes o despues, terminarian destiñendo, y no queria llevarse mas desilusiones. Hubo algun momento que creyo haberse dejado vencer, pero no, todo fue falso. Y asi vivia la muchacha (ya dejo de ser princesa cuando empeño la corona a cambio de tres besos mas y un poquito de cariño) creyendo que era feliz, creyendose dueña de su vida, sin dejar que nadie se le acercara, pues sabia que solo lograria sufrir mas al final.
Y entonces, cuando estaba con otra (en principio) insignificante ranita, esta la miro a los ojos, y alli, ante ella, se transformo en principe antes de que tuviera tiempo de reacionar, y le robo el corazon con su sonrisa y con la promesa, dias mas tarde, de que el adios no seria definitivo.... Y la princesa busco bajo todas las piedras buscando la llave de sus sueños. Pero no la encontro, y se pregunto si ella que no tenia ni castillo ni corona se merecia un principe tan bueno, y si ese principe, que prometia no desteñirse jamas, no acabaria yendose con otra princesa mas digna de tal nombre......

2 comentarios:

MJ Loves Ya dijo...

Go to flippin-sweet-blog.bloggspot.com

P.S. I don't reed spainish

Anónimo dijo...

es la princesa más bonita y valiente que conozco.
Un besazo

 
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